Por qué el almendro: una decisión estratégica
El campo no puede quedarse quieto. En Torre Capitán, conscientes de los desafíos del cambio climático, la volatilidad de los mercados y la necesidad de diversificar ingresos, hemos dado un paso decisivo: la incorporación del almendro como cultivo leñoso estratégico. No se trata de una moda, sino de una decisión meditada, alineada con nuestros valores de sostenibilidad, calidad y visión a largo plazo.
Adaptación al entorno mediterráneo
El almendro es, sin duda, uno de los cultivos más emblemáticos del Mediterráneo. Resistente a la sequía, adaptado a suelos pobres y con una demanda global en constante crecimiento —especialmente en mercados de alimentación saludable y cosmética natural—, representa una oportunidad real para el agricultor comprometido.
Estudios previos y selección varietal
Antes de plantar la primera variedad, realizamos estudios de suelo, análisis climáticos y evaluaciones económicas a 15 años. Elegimos portainjertos resistentes a la sequía y variedades autofértiles que reducen la dependencia de polinizadores externos. Además, optamos por un sistema de plantación en secano, con marco amplio (7×7 metros), que permite el pastoreo entre calles y favorece la biodiversidad del suelo.
Transición gradual y sostenible
La transición no es inmediata: el almendro tarda entre 3 y 5 años en entrar en producción plena. Pero en Torre Capitán pensamos en décadas, no en campañas. Durante estos años de crecimiento, seguimos cultivando cereales en las parcelas adyacentes, manteniendo así la viabilidad económica mientras el almendro echa raíces —literal y simbólicamente.
Beneficios ambientales del almendro
Más allá de lo productivo, este proyecto refuerza nuestro compromiso ambiental. Los almendros capturan CO₂, fijan el suelo y reducen la erosión. Al ser un cultivo perenne, disminuyen la necesidad de laboreo, lo que preserva la microbiota del suelo y reduce las emisiones de maquinaria. Estamos explorando también la posibilidad de integrar energías renovables para el riego de emergencia en años extremos.
Tradición que se renueva con innovación
Este no es el fin de nuestra historia agrícola, sino una nueva página. El almendro une lo ancestral —el árbol ha estado presente en el paisaje mediterráneo durante milenios— con lo innovador: técnicas de poda de precisión, sensores de humedad y trazabilidad desde la flor hasta el consumidor final.
Un campo diverso para las próximas generaciones
En Torre Capitán, no renunciamos a nuestras raíces; las regamos con nuevas ideas. Porque el campo que queremos para las próximas generaciones debe ser diverso, resiliente… y lleno de almendros en flor.


